Las dificultades, conflictos y pérdidas propias de la vida a veces nos sobrepasan y requieren de un acompañamiento especializado para que no se conviertan en un obstáculo mayor. Los motivos de consulta pueden ser muy variados, a veces asociados a circunstancias muy concretas como conflictos en el entorno familiar o en la pareja, ansiedad en determinados contextos, ideas repetitivas, inhibiciones sociales, dificultades en los estudios o en el trabajo. Pero también la consulta puede venir motivada por un malestar general difícil de explicar asociado a sensación de vacío, angustia, sentimientos de fracaso o temores sin definir.
Las personas contamos con la capacidad de adaptación, cambio y mejora pero a veces podemos sentirnos desbordados, paralizados o repitiendo el mismo patrón de respuesta sin éxito y necesitamos del acompañamiento de un profesional para salir adelante.
La terapia psicológica ofrece un espacio de escucha y de confianza donde abordar la situación del malestar y el conflicto emocional, posibilita una nueva forma de comprender lo que nos pasa y promueve recursos para cambiar, sentirnos mejor o poder adoptar decisiones postergadas.