¿Qué hay detrás del Síndrome del Impostor?

En los últimos años se ha popularizado, sobre todo a través de las redes sociales, el denominado síndrome del impostor: una experiencia psicológica en la cual las personas dudan de sus logros o capacidades y tienen un miedo persistente de ser descubiertas como «fraudes».

Resulta una experiencia extraña porque, aun cuando haya evidencias claras de su competencia, quienes lo experimentan permanecen convencidos de que no merecen el éxito o reconocimiento que han alcanzado. La situación puede asociarse a sentimiento de ansiedad, bajo estado de ánimo y malestar psicológico general y puede resultar limitante para una vida plena.

Las manifestaciones más comunes del síndrome del impostor suelen ser:

• • Atribución del éxito a factores externos
  • Sentimientos de insuficiencia o incapacidad
  • Dificultad para internalizar logros
  • Miedo constante a ser «descubierto»
  • Sentimientos de culpabilidad por los logros no merecidos
  • Perfeccionismo excesivo
  • Sobrecarga de trabajo para «compensar»
  • Minimización de los propios logros
  • Incomodidad o culpa a aceptar elogios

Para poder entender esta experiencia psicológica tan particular es necesario situarla dentro de un modo de funcionamiento psicológico más amplio, cuyo aspecto central es la existencia de una creencia de insuficiencia o de falta de capacidad. Esta creencia funciona “automáticamente”, con independencia de las evidencias contrarias y del grado de conciencia que la persona pueda tener de ella.

¿Cómo pudo haberse formado tal pensamiento?

Esta creencia suele conformarse progresivamente a lo largo de la vida de la persona, muchas veces, desde muy temprana edad. Hay que entender que dicha creencia no es simplemente un error cognitivo o una tendencia a ver de forma sesgada nuestra realidad sino que forma parte de un modo de relación que tiene una función psicológica y que por ello se mantiene a pesar del malestar que genera y de la evidencia de que es un pensamiento equivocado. 

Para desmontar este sistema de pensamientos, es necesario un trabajo terapéutico guiado por un profesional de la psicología, ello te permitirá conocerte mejor, asumir los cambios necesarios y mejorar tu vida.

Marcos Böcker